Con motivo de la celebración el día 3 de diciembre del día mundial de la discapacidad, en Alcorcón se ha celebrado este jueves, 1 de diciembre la II jornada sobre autismo de Madrid Sur.
La federación Autismo Madrid y la asociación ProTGD, han organizado este evento, centrado en esta ocasión en los recursos educativos, sanitarios, sociales y asociativos para las personas diagnosticadas con TEA y sus familias.
Y ahí estoy yo, con todas mis lagunas sobre el autismo (por mucho que estudie el tema, nunca se acaba el material al respecto...), y muchas ganas de convencer a la gente de que la terapia con caballos hace mucho bien a estos chicos.
Tras la bienvenida y la lectura (en Braille) del manifiesto por los derechos sociales del sector de la discapacidad y su traducción simultánea a lengua de signos, se dió paso a la presentación de los resultados del proyecto "Hacia una vida activa y participativa de los niños y niñas con TEA de la CAM", realizado por la Universidad Camilo José Cela.
Este estudio ha puesto de manifiesto, lo que todos sabemos, que el deporte y la actividad física son necesarios para una vida sana en todos los aspectos, no sólo el físico, sino también el anímico y el psicológico. Y esto es válido para todos, discapacitados o no. y que no es necesario encerrarnos en un gimnasio y morirnos en una maratoniana sesión de spinning, o de pesas. Esta presentación la llevó a cabo la Directora de la fundación Inocente Inocente.
Y ahí es donde los hipoterapeutas tenemos las de ganar. Porque además de que los pacientes que vienen a nuestros centros, vienen muchas veces "a jugar con los caballos" o a "montar a caballo", hacen un ejercicio que les viene de miedo, ya que en la mayoría de los casos es una carencia en estos chicos. Y sin embargo, la terapia funciona y estimula.
Tras un más que escaso descanso para tomar un cafelito (el tiempo, el gran enemigo cuando hay tanto que contar), varias personalidades expusieron la situación y recursos actuales en la Comunidad de Madrid para personas con TEA y sus familias, en casi todos los ámbitos. Otra vez se recalcó la importancia de la detección temprana.
En el plano educativo la tendencia últimamente es a hacer cada vez más centros inclusivos, con aulas de educación especial dentro de centros, para potenciar la normalización de los niños diagnosticados con TEA.
Después, desde la Federación Autismo Madrid nos introdujeron en el mundo de las redes, para dar respuesta a los problemas que surgen en toda familia, centro, sociedad... "Ninguno somos una isla". Nos dejó el pensamiento de que si aunamos esfuerzos, la sociedad se verá recompensada y saldremos mejor de los retos que nos plantea una persona dependiente.
Tras otro breve descanso para estirar las piernas, nos explicaron la mejor manera de intervenir y mejorar la vida de las personas con TEA, poniéndo especial atención a la educación de las familias para que busquen tratamientos y remedios estudiados y abalados por personal cualificado en el tipo de terapia que se está ofreciendo. Y esto, en el campo de las llamadas "terapias alternativas" es aún más importante. A falta de estudios más profundos que los ahora existentes (las condiciones en las que trabajamos no son precisamente de laboratorio) es importante asegurarse de que las personas que van a ayudar al paciente saben lo que hacen y tratan de mejorar las condiciones de éste, que están tituladas adecuadamente y que llevan a cabo la terapia en condiciones de seguridad y tranquilidad suficientes.
Desde la asociación en la que colaboro, veo que podemos ayudar a la mejora de la situación de estas personas (pacientes y familias) de varias maneras: por una parte, aportando una terapia seria, respaldada por una titulación universitaria y una experiencia (quizá a veces, corta, no cabe duda) que nos da una seguridad tanto para actuar como para recurrir a nuestras fuentes y preguntar cuando nos quedamos sin recursos. Por otra, aportando un ejercicio físico que nunca viene mal, y por otra, incluyéndolos en un mundo terapéutico diferente, que les permite expresarse y comunicarse más a su manera, con el caballo, que es tan sensible como ellos se merecen. Y, por supuesto, tratando de formar parte de un entramado tanto en el mundo de la equitación terapéutica como en el de los centros que de una u otra forma ayudan a tantas personas que lo necesitan, para llegar cada vez a más gente.
No obstante, en mi modesta opinión, creo que se queda un poco corta una mañana para tratar temas tan complejos como éste ya que faltó tiempo para el debate y la discusión, pero lo que se habló fue muy interesante e instructivo.
Si se repite en otra ocasión, estaré allí para contároslo.
Aquí tenéis el Manifiesto del CERMI por los derechos sociales de las personas con discapacidad:
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