Todos sabemos, lo hemos escuchado mil veces (o más), que los comienzos son duros. En mi caso, empecé en un lugar nuevo, con nuevas perspectivas, nuevos caballos, chavales, compañeros, amigos... Todo NUEVO.
Pero, poco a poco voy viendo pequeños avances que me hacen afianzarme en mis convicciones. El camino que he tomado es el correcto. Puedo ayudar a "mis chavales" y lo hago.
Todo esto viene al caso por la reacción de uno de los peques. Después de tener que enfrentarme a él cada dia, por dejarle las manos libres, ya que siempre viene con algo en la mano que, obviamente tiene que guardar para ocuparse de su caballo, montar y disfrutar con él, por fin ha logrado desprenderase de ese apoyo. El último día, al ver a su querido amigo, tiró al suelo su camión y se avalanzó hacia él. Luego, sin echar la vista atrás, cogió su ramal y se encaminó con decisión hacia la zona donde siempre preparamos al caballo. Las miradas de sus padres se cruzaron con la mía en una conversación sin palabras en la que no cabía mas orgullo por parte de todos hacia este pequeño campeón. Un gran día. Esperanzados en el futuro.
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